Ya hemos hablado de la importancia del foreplay y de las muchas maneras que existen de calentar a tu pareja antes de una buena sesión de sexo. Pues bien, las preguntas hot pueden servir no solo para sembrar imágenes guarras de lo que podéis o no hacer en la siguiente hora, sino para conocer un poco más sobre vuestros intereses sexuales, fetiches, fantasías y todas esas aventuras inconfesables que puedes ayudaros a revivir.
El juego de las preguntas calientes es una manera muy sexy de dar el primer paso y abonar el terreno de lo que podría ser un buen polvo, bien sea como un completo desconocido como con tu pareja de toda la vida. ¿Has jugado a ‘Yo nunca…’? Algo así queremos proponerte hoy: 5 preguntas atrevidas, calientes y pervertidas que puedes tener en cuenta para tu próxima noche de sexo (físico, virtual o telefónico).
¿Cómo fue tu primera experiencia sexual?
Empezamos calentando el terreno con una pregunta para la que todo el mundo tiene respuesta, alguna anécdota divertida o incluso una historia romántica detrás de su primera vez. Aunque perder la virginidad no suele ser una experiencia muy excitante, poder contarla años después con un par de risas de por medio es una excelente manera de dejar el small talk y empezar a nadar en terrenos picantes.
¿Qué es lo más vergonzoso que te ha pasado en la cama?
Otra manera de ponerle una nota divertida a la conversación, pues todo el mundo sabe que el humor es una de las llaves maestras para triunfar en la cama. Este tipo de preguntas, además de estimular la imaginación y sacar un par de risas, sirven para medir el sentido del humor de la otra persona e ir haciéndote una idea de cómo es esa persona cuyos pantalones vas a quitar en un par de horas.
¿Qué ha sido lo más atrevido que te ha pasado mientras follabas?
Esta pregunta es excelente para subirle la temperatura a la conversación e irnos metiendo poco a poco en un terreno explícitamente sexual. Además, las anécdotas sexuales de la persona a quien te quieres follar son un buen termómetro para medir lo apasionados, atrevidos y arriesgados que son cuando se trata de pasarlo bien.
¿Qué tipo de porno te pone más?
Ya puestos en el tema, ¿por qué no ir un paso más allá? La gran mayoría de personas es consumidora de pornografía en mayor o menor medida, y hablar de ello es una manera de hablar de gustos sexuales, fantasías, fetiches, etc. No en vano dicen que los vídeos X que figuran en el historial de tu ordenador definen en gran medida tu deseo sexual.
¿En qué parte de mi cuerpo pondrías chocolate?
Quien dice chocolate, dice cualquier tipo de comida que nos apetezca (crema, nata, leche condensada…). Es una buena manera de insinuar que después de la cena no va a haber mejor postre que comeros en la cama. La imagen de tu cuerpo cubierto en comida mientras él te lame entera es una fórmula ganadora para encender la pasión y hacerle saber que te muertes de ganas de correrte en su cara.