A la hora de practicar sexo existen muchas maneras de disfrutar. A veces apetece algo más tranquilo y romántico. Otras veces se tienen ganas de algo más intenso y agresivo. También están los días en los que se quiere probar cosas nuevas e incluir juguetes o intentar posturas distintas. Sea cual sea, el sexo es una actividad en la que se mejora con la práctica. Sin embargo, en ocasiones la pasión y el deseo suben demasiado rápido las revoluciones, haciéndonos creer auténticos maestros del sexo. Es en estos casos cuando pueden surgir imprevistos, pequeños accidentes que, si se descontrolan, podrían acabar en el hospital. Así que, para ahorrar todas estas molestias, aquí tenéis una guía con los accidentes sexuales más comunes y la manera de prevenirlos.
Vigila esas posiciones sexuales
Este accidente es todo un clásico de las comedias románticas. ¿Cuántas veces hemos visto a una pareja intentando hacer una postura un poco más extraña de la cuenta y acabar con un tirón que, en pantalla, nos hizo reír? Porque sí, probar nuevas posiciones es fantástico, añade variedad y picante a la relación, pero tampoco podemos lanzarnos a ellas a lo loco. Si la flexibilidad no es tu fuerte, asegúrate de poder realizar la postura que quieres probar (o, al menos, calienta el cuerpo antes de ponerte a la acción) si no quieres acabar con una lesión muscular.
Cuidado con la intensidad
Otra fuente de problemas en el sexo es la intensidad mal controlada. Muchas veces calentamos los motores demasiado rápido y queremos saltarnos los preliminares, pasando a la penetración directamente. Esto es un error y tiene consecuencias negativas tanto para la mujer como para el hombre. Cuando la lubricación no es suficiente para que el coito fluya, tanto el pene como la vagina pueden sufrir desgarros que en el peor de los casos llevará a pequeños cortes e incluso al sangrado, pudiendo ser también una fuente de enfermedades de transmisión sexual.
Atento a cómo es la penetración
Sí, cuando se tiene sexo es importante concentrarse. Los que ponen el piloto automático pueden acabar teniendo una sorpresa más bien desagradable. Si la penetración no es correcta, ya sea por un exceso de intensidad, por una postura extraña que se realiza con desgana (o descuido) o por demasiada lubricación, el pene puede sufrir una fractura. Si escucháis un crujido muy fuerte y a él empieza a dolerle el pene, quizás toque hacer una visita al hospital.
Practica buen sexo oral
A todos nos encanta el sexo oral bien hecho. Es un buen calentamiento, una buena forma de terminar o un juego fantástico entre una postura y otra, pero también puede ser una práctica dolorosa si no nos andamos con cuidado. Si eres un amante del picante, tal vez no sea buena idea que le practiques sexo oral a tu chica después de consumirlo si no quieres provocarle ardores y quemaduras. Tampoco es recomendable practicar sexo oral si llevas brackets ya que es una fuente enorme de posibles infecciones que se deben evitar.
Usa bien los juguetes
Cuando se está en fase experimental, es normal que añadamos juguetes a nuestras prácticas sexuales. Tal vez sea un anillo vibrador, un dildo o simplemente un antifaz y unas cuerdas. Pero es cierto que, con el calentón, decidimos darle nuevos usos a esos juguetes, o tal vez agarrar cualquier cosa que tengamos por casa para probar nuevas formas de placer. Y aunque esto no es malo, urgencias está llena de parejas que decidieron utilizar una pelota, una patata (esto es real) o un consolador de mala manera. Así que, si vas a jugar, no te olvides de estar atento para evitar atoramientos y otros desagradables accidentes.
